Vida, tierra y legado. Todo reducido a un número.
Los Eighty-Six (エイティシックス,, Eiti-shikkusu?) son los Colorata (有色種,, Kororāta?) de dentro de los muros de la República de San Magnolia que fueron perseguidos y exiliados al Sector Ochenta y Seis de la nación después de que el Imperio Giadiano les declarara la guerra.
Vista general[]
Incluso después de las devastadoras derrotas que aniquilaron a las Fuerzas Armadas de la República en menos de un mes, el gobierno de la República se negó a aceptar que habían sido derrotados por el inferior Imperio Giadiano. Además, los líderes de la República no estaban dispuestos a sacrificar su fastuoso estilo de vida y poner en peligro la vida de los ciudadanos que realmente le importaban: los Alba. Utilizando a los Colorata como chivo expiatorio, la República los envió a campos de concentración aislados en el inexistente Sector Ochenta y Seis y los obligó a luchar por su país quitándoles su ciudadanía.
Los Ochenta y Seis fueron despojados de su documentación, sus nombres no pueden ser utilizados en los informes militares y sus muertes no pueden ser registradas. Ni siquiera se les permite tener tumbas. Esto es para que la República pudiera ocultar sus atrocidades a la gente de dentro y de fuera una vez terminada la guerra. A pesar de ello, existen registros militares que archivan la existencia de los Ochenta y Seis, debido a que oficiales como Vladilena Milizé registran y buscan con frecuencia los nombres de los Ochenta y Seis.
Cronología de eventos conocidos[]
Los Ochenta y Seis fueron explotados por la República a partir del año 358. Fueron obligados a realizar trabajos forzados, experimentos con humanos, reclutamiento y crueldad en general. Los Ochenta y Seis fueron enviados a combatir a la Legión utilizando simples tácticas suicidas, sin recibir siquiera los exoesqueletos y el equipo que recibiría la infantería blindada en la República Federal de Giad o en la Alianza de Wald. Una vez que la República desarrolló el M1A4 Juggernaut, los Ochenta y Seis se vieron obligados a pilotar el Feldreß como Procesadores.
Los Ochenta y Seis fueron rescatados diez años después, en el año 368, por la Federación. En el momento en que fueron rescatados, sólo sobrevivieron diez mil en comparación con los millones de Colorata presentes en la República antes de la guerra. Recibieron el apoyo de la Federación y se les concedió la ciudadanía; los huérfanos fueron incluso adoptados por los antiguos nobles de la aristocracia giadiana. Los Ochenta y Seis que no podían prever un futuro de paz para ellos se ofrecían como oficiales para el recién creado Grupo de Ataque Ochenta y Seis. La mayoría de los Ochenta y Seis supervivientes eran niños procesadores o mecánicos adultos que se salvaron del destino que corrió el resto de su generación.